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Arquitectos: VAM10 arquitectura y paisaje
- Área: 4196 m²
- Año: 2022
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Fotografías:David Frutos
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Proveedores: Actiu, Gradhermetic, Luciferos, Mapei, OFICINES, SIMES
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Harinera del Grao es un edifico centrado en potenciar el Emprendimiento, tanto en aspectos de formación y vivero de empresas, como en el ámbito del emprendimiento innovador, start ups, innovación social, movimiento maker, etc. El proyecto de restauración se puede calificar como una intervención “en proceso” en la cual el edificio retoma una nueva etapa de su vida, una vida compleja, a lo largo de la cual el edificio se ha ido adecuando tecnológicamente en su tiempo, pero manteniendo el carácter de sus volúmenes y la presencia en la ciudad de su arquitectura.
Una estructura contemporánea sustituye a la que en origen fue una estructura de madera, más tarde en acero y hoy resuelta en hormigón prefabricado, atendiendo al cambio tecnológico del momento y a las cualidades de permanencia arquitectónica de este patrimonio industrial. Consta de varios cuerpos construidos en distintas épocas: Edificio de Harinera (1921), que se complementa, separado por un patio de servicio, con el edificio Burben (1941). En los años ’60 se completa con un anexo perpendicular y unos espléndidos silos, hoy desaparecidos. Las fachadas existentes en el momento de la intervención y los restos de arqueología industrial han sido elementos básicos de esta nueva vida del edificio.
Tras la intervención de urgencia por parte del Ayuntamiento, dada la ruina inminente, se procedió a desarrollar un proyecto de “Consolidación estructural”, el cual estabilizó la ruina y permitió, tras la redacción de un complejo y difícil proyecto, recuperar la arquitectura dentro de un concepto que podría calificarse como “en proceso”, pues en él se continúa con el proceso de vida que ha caracterizado al edificio desde sus inicios, adecuándose tecnológicamente en el tiempo su estructura, pero manteniendo el carácter de sus volúmenes y la presencia en la ciudad de su arquitectura.
El proyecto ha permitido adecuar su estructura, construir los nuevos forjados y estabilizar las fachadas supervivientes a la ruina. Su propuesta estructural permite resolver aspectos de estabilidad, resistencia al fuego y diafanidad propios de una estructura industrial, devolviéndole el valor que debe tener un BRL que valora una arquitectura industrial del siglo XX. La nueva estructura resuelve la estabilidad arquitectónica y permite los usos previstos en las condiciones de resistencia necesarias sin restar valor a la espacialidad de la propia arquitectura, proponiendo una estructura contemporánea que sustituye a la que en origen fue una estructura de madera, más tarde en acero y hoy resuelta en hormigón prefabricado, atendiendo al cambio tecnológico del momento y a las cualidades de permanencia arquitectónica de este patrimonio industrial.